Delivery

Una vez más, la veo venir. Estaba alejada, dormida, pero hace rato que despertó, quizás fueron los gritos ahogados o las risas simuladas.
Quizás me aventuré mucho hacia afuera... es hora de entrar de nuevo.
La veía dormida y hacía mis cosas en silencio,
sin el menor deseo de perturbarla, pero al parecer duerme ligero.

La veo venir y no quiero entrar en pánico.
La huelo, siento su aliento, su mirada, su voz, sus voces,
son varias en mi cabeza con locución histriónica.
Y ante ella no hay puerta que valga, no hay pared que detenga su llegada.
No vale esconderme, no funciona escapar, porque invade todos los rincones.
A veces sólo dormir me ayuda a evadirla,
pero dormir de verdad ya que fingir que duermo le da más fuerza;
me descubre y se lanza sobre mí, aplastándome, forzándome,
aturdiendo mi mente y agotando mis músculos, vejando mi cuerpo,
secando mi boca, inyectando mis ojos, me lame, me empegosta,
poseyéndome una y otra vez...

Triste es mi masoquismo que al hacerme suya,
de tanto resistirme ya la disfruto...
la veo venir y me excita el dolor que ya sé me provocará...
ella sabe dónde tocarme.

No veré más de lo que ella quiera que vea;
no escucharé más de lo que a ella le convenga;
todo tendrá su sabor, todo se invadirá con su aroma;
mi única compañía será la suya, porque hasta el deseo lo determinará ella...
Pero es benevolente al permitirme usar mis máscaras,
maquillaje que esconde las marcas que deja en mí su encuentro.

La siento venir y no terminé de hacer algunas cosas
y otras que ni siquiera inicié.
No lucharé en su contra, no me resistiré, así quizás se aburra pronto de mí...
Sí! eso haré.
Me entregaré a ella, me abriré a su voluntad y la complaceré en su dominio,
por lo menos ahorraré energía con la desidia...
no está mal cambiar la estrategia.

Ha llegado nuevamente para gozar de mí...
Le abro mi puerta y recibo mi paquete:

¡Depresión delivery!

"Firme aquí por favor"



Peggy
10.10.05